El viernes 14 de febrero, el presidente libertario de Argentina, Javier Milei, publicó un enlace en Twitter para promocionar $Libra, una nueva criptomoneda que, según sus palabras, «se dedicará a incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos argentinos». La moneda subió rápidamente de valor, recibiendo el apoyo del mundo cripto internacional y de su base de partidarios incondicionales en Argentina. Sin embargo, a las pocas horas del tuit de Milei, la moneda se volvió prácticamente inútil. Sus creadores retiraron sus inversiones (en total se llevaron alrededor de 100 millones de dólares), lo que supuso beneficios de varios millones de dólares para los enterados y la repentina evaporación de los ahorros de algunos de los partidarios más fervientes de Milei.
El destino de los inversores de $Libra fue similar al de aquellos que unas semanas antes invirtieron en $Hawk, la criptomoneda creada por la «chica halcón Tuah». Pero la gran diferencia fue que $Libra no era producto de una personalidad de Internet sino del presidente del país con el vigésimo cuarto PIB más alto del mundo.
Debido al estatus de santo de Milei dentro de la comunidad de derecha online, la moneda parecía una apuesta segura para aquellos que se identificaban ideológicamente con su proyecto político. Según se informa, algunos de sus partidarios más leales perdieron sus ahorros después de invertir en la moneda. Aunque es posible que los efectos completos de la aparente estafa no se conozcan hasta mucho más tarde, está claro que Milei vivió una caída de apoyo significativa a partir del escándalo, por el que actualmente se están presentando demandas en Argentina y Estados Unidos.
Personalidades políticas de todo el espectro ideológico argentino acudieron a X para condenar las acciones de Milei. El expresidente derechista Mauricio Macri se distanció públicamente de Milei. La oposición trotskista y peronista pidió un juicio político, mientras que los sectores centristas propusieron una investigación parlamentaria sobre el incidente, lo que podría constituir la primera amenaza real a la presidencia de Milei desde que asumió con apoyo popular en diciembre de 2023.
Milei, un tuitero serial permaneció en silencio durante varios días. Finalmente, el lunes 17 de febrero por la noche, tuvo la oportunidad de exponer su caso ante el país en una entrevista grabada con Todo Noticias, una emisora afín a su agenda. Pero en lugar de disculparse, redobló la apuesta, diciendo que no tenía nada de que disculparse porque no había promocionado $Libra; sino que simplemente lo había difundido, comparando su acción con las habituales inauguraciones presidenciales de una empresa. Luego continuó afirmando que lo compartió desde su cuenta personal y que, por lo tanto, no hizo nada malo, porque no hubo implicación estatal y fue apenas un asunto entre entidades privadas. Añadió que aquellos que sufrieron pérdidas deberían haberlo sabido, afirmando: «Si vas al casino y pierdes dinero. ¿Cuál es la queja?».
Poco después de la entrevista, apareció un vídeo de uno de los asesores de Milei interrumpiendo la entrevista cuando el entrevistador Jonatan Viale le señalaba a Milei la diferencia entre su cuenta personal y la presidencial. En un lapsus de integridad periodística, el entrevistador se disculpó, señalando que la pregunta podría meter a Milei en problemas legales. Rápidamente se produjo otro escándalo cuando Hayden Davis, uno de los desarrolladores de la criptomoneda, se jactó de haberle pagado sobornos a Karina Milei, la hermana del presidente y secretaria General de la Presidencia, para que Milei apoyara la moneda. Davis declaró en mensajes de texto plagados de insultos racistas que controlaba a Milei y que su hermana podía conseguir que firme lo que él diga y haga lo que él quiera.
Queda por ver si la oposición puede utilizar eficazmente el escándalo para perjudicar políticamente a Milei. Actualmente, el mandatario se esconde de los focos mediáticos en Estados Unidos, mientras que su partido logró que el Senado argentino desestimara una investigación inicial sobre el escándalo.
Mientras tanto, fuera de Argentina, el «criptogate» parece haber hecho que la derecha latinoamericana se cuestione a sí misma. El aluvión interminable de publicaciones en redes sociales y artículos de opinión que desde diciembre de 2023 argumentaban que Milei era un modelo para la derecha se detuvieron de repente. En Chile, la derecha decidió convenientemente permanecer en silencio, mientras que en Brasil, parece demasiado preocupada por los cargos de golpe de estado contra el expresidente Jair Bolsonaro (sin mencionar su propio escándalo de criptomonedas) como para preocuparse por el ruido en el país vecino. Mientras tanto, en Colombia, la favorita de la derecha para las presidenciales de 2026, Vicky Dávila, intentó en un principio distanciarse de Milei, afirmando que siempre había sido crítica con el mundo de las criptomonedas, pero en cuanto el escándalo comenzó a calmarse redobló sus elogios al modelo del presidente argentino. Es importante señalar que Dávila también contrató asesores de campaña que están conectados con Milei a través de una red de grupos de expertos de derecha y libertarios en la región. El escándalo plantea la posibilidad de que el modelo de Milei pueda ser un lastre para la derecha latinoamericana en varias elecciones que tendrán lugar este año y el próximo.
La derecha estadounidense no mostró las mismas vacilaciones. El jueves de la semana pasada, Elon Musk se mostró junto a Milei en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) empuñando una motosierra customizada, un regalo del presidente argentino que simboliza su recorte de programas estatales como las pensiones para los jubilados y la educación pública. Esta cercanía entre los dos criptobrothers no debería sorprender. Musk elogia a Milei desde 2023 y ayudó a promoverlo a la categoría de estrella en el panorama mediático estadounidense. Además, citó el programa de austeridad de Milei como la inspiración directa para su Departamento de Eficiencia Gubernamental.
El hecho de que Musk no se distancie de Milei cuando está en la mira por aceptar sobornos y estafar a su base electoral demuestra que a la derecha estadounidense no le importa combatir la corrupción o reducir el despilfarro del gobierno. Más bien, revela un compromiso inquebrantable con la austeridad por encima de todo, en el caso de Donald Trump y Musk, estafando a la gente normal bajo el extraño pretexto de luchar contra lo «woke» y los programas «DEI» (diversidad, equidad, inclusión). El proyecto político de extrema derecha empieza a parecer una estafa de memecoins. A medida que la credibilidad de Milei disminuye, tanto dentro como fuera de Argentina, la política de austeridad del presidente anarcocapitalista y sus imitadores se perfila como la mayor estafa de todas.