Analizar las últimas tres décadas de la política italiana es clave para entender las raíces de la debacle de la izquierda y porqué el populismo de derecha pudo conquista Italia.
Notas publicadas en Italia
En 1960, el dirigente comunista italiano y compañero de ruta de Antonio Gramsci, Palmiro Togliatti, escribió una introducción para una nueva edición del Manifiesto comunista. Aquí, por primera vez, su traducción al castellano.
Livio Maitan perteneció a un universo olvidado de revolucionarios profesionales cuyas luchas y sacrificios dejaron una profunda huella en la historia del siglo XX.
Labriola jugó un rol clave en el desarrollo del marxismo italiano e inspiró el pensamiento de Gramsci. Sabía que el capitalismo no se derrumbaría por arte de magia: solo una cultura socialista y militante podría dar lugar a una nueva sociedad.
Silvio Berlusconi, fallecido el lunes a los 86 años, centró la política italiana alrededor de su imperio televisivo y condujo a la extrema derecha al poder. Predecesor de Donald Trump, fue el máximo emblema de la deslegitimación de la democracia por el poder mediático.
Combatir el nacionalismo de derecha no debería significar defender el consenso neoliberal.
En los barrios obreros de Nápoles, Diego Maradona es mucho más que un astro del fútbol: es un hijo del pueblo que trajo dignidad y redención.
Después de tan solo tres semanas en el gobierno, Giorgia Meloni inició una guerra contra las organizaciones que rescatan inmigrantes. Este asunto nos muestra hasta qué punto Europa quedó atrapada en la agenda antiinmigrantes de la extrema derecha.
Condenar moralmente al fascismo no alcanza: es preciso pensarlo también como parte de un movimiento contrarrevolucionario europeo.
Las elecciones italianas dieron la victoria al partido de extrema derecha Fratelli d'Italia. La oposición entre los tecnócratas y la extrema derecha es síntoma de un declive más profundo.