La invasión de Ucrania responde a un proyecto de capitalismo ruso que Putin y sus aliados persiguen desde el colapso de la Unión Soviética.
Notas publicadas en Rusia
A propósito de la anexión de cuatro territorios del este de Ucrania a Rusia, un repaso sobre la historia de un principio del derecho internacional siempre en disputa y atravesado por intereses geopolíticos.

El periplo de Mijaíl Gorbachov, de reformista comunista a vendedor de Pizza Hut.
La escasez de bienes de consumo fue un mal endémico de la sociedad soviética. A su vez, la URSS logró convertirse en una potencia económica. El socialismo debe garantizar abundancia y desarrollo de una forma equilibrada.
El liderazgo norteamericano está socavado por el deterioro económico y los fracasos bélicos, mientras que Rusia no participa de ese circuito dominante pero motoriza la gestación de un imperio no hegemónico y China plantea un protagonismo que no es sinónimo de expansión imperial.
Tras los embargos contra Rusia a partir de la guerra en Ucrania, Alemania busca convertirse en el actor determinante de la política energética europea.
Suele pensarse que el imperio zarista previo a las revoluciones de 1917 era una especie de vestigio medieval. Sin embargo, los reaccionarios rusos fueron los primeros en aplicar métodos de contrarrevolución modernos.
Es central clarificar el status internacional de Rusia, porque el hecho de ser hostilizada por la OTAN y Estados Unidos no la excluye automáticamente de una dinámica imperialista.
Las miradas que dan por consumada la reconstitución de un imperio ruso pierden de vista que Putin no hereda seis siglos de feudalismo, sino tres décadas de convulsivo capitalismo.