La Justicia es en Argentina un estamento privilegiado, propenso al nepotismo, exento de impuestos y beneficiario de pensiones desmesuradas. Tal conformación es incompatible con una democracia digna de tal denominación. Necesitamos un poder judicial no vitalicio, electivo y con más participación popular.
Notas publicadas en Argentina
El pasado martes Cristina Fernández de Kirchner fue condenada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. El nivel de judicialización de la política argentina alcanza niveles extremos: solo se lo combate con movilización popular.
En 1978, la Junta Militar argentina, que asesinó a decenas de miles de personas, fue anfitriona del mundial y utilizó el evento para renovar su imagen. Conversamos con una detenida que vio los partidos junto a sus torturadores.
El intento de asesinato de la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, esclarece varios aspectos de la fisonomía de la ultraderecha en el país. ¿Qué hacer ahora?
El intento de asesinato de Cristina Kirchner es un hecho gravísimo que no se zanja con simples comunicados de repudio. Hay que registrar la terrible dimensión de este acontecimiento, frente a todas las maniobras para minimizar, banalizar o despolitizar lo ocurrido.
El atentado contra la Vicepresidenta revela la creciente voluntad de matar de la derecha, que primero dispara con discursos de violencia hasta deshumanizar al sujeto de su odio.
El intento de magnicidio que conmueve al país no nace de la nada. Más allá de las responsabilidades y motivaciones del autor material, hay una larga historia de discursos de odio y deshumanización que deben considerarse.
Argentina lleva a cuestas una larga y multifacética crisis. La retirada de Martín Guzmán del ministerio de Economía y la asunción de Silvina Batakis no tuerce el rumbo de austeridad y sumisión al FMI escogido por el gobierno. ¿Es el fin del peronismo?