El mes pasado los medios mostraron imágenes de trabajadores chinos que saltaban las vallas de la gigante electrónica Foxconn y volvían a sus hogares. A pesar de la falta de sindicatos independientes, tomaron medidas de acción colectiva y se negaron a trabajar.
Notas publicadas en China
Hasta ahora China se atuvo a las reglas de juego mundiales, pero este XX Congreso del PCCh puede empezar a marcar el punto de inflexión hacia un momento de mayor injerencia en la política global.
En una economía global definida por la sobreproducción y el subconsumo, las empresas estadounidenses y chinas se esfuerzan por extraer beneficios de las naciones en desarrollo. Sin una redistribución masiva de la riqueza, el consumo no volverá a niveles estables.
El liderazgo norteamericano está socavado por el deterioro económico y los fracasos bélicos, mientras que Rusia no participa de ese circuito dominante pero motoriza la gestación de un imperio no hegemónico y China plantea un protagonismo que no es sinónimo de expansión imperial.
Es la rivalidad intercapitalista la que impulsa las tensiones entre Washington y Pekín, no las personalidades de Xi Jinping o Donald Trump.
China vivió un largo período de crecimiento económico vinculado a la inversión inmobiliaria. Ese modelo está fracasando.
ENTREVISTA POR Daniel Zamora[1]Profesor de Sociología en la Universidad Libre de Bruselas y autor de The Last Man Takes LSD (Verso, 2021). La historia económica más sorprendente del último medio siglo es la del ascenso de China. El desarrollo dirigido por el Estado desencadenó una expansión económica sin precedentes en la historia moderna. Pero el…
Evergrande, la segunda empresa inmobiliaria china, estuvo esta semana al borde de la quiebra. Pero el control estatal de las finanzas chinas está saliendo al rescate del capitalismo.
¿Qué características particulares adquieren las potencias económicas alternativas a los EE. UU.?