La reelección de Donald Trump es horrible, pero regodearse en la desgracia solo beneficia su agenda de extrema derecha (y corre el riesgo de desperdiciar las muchas oportunidades que realmente existen para detener lo peor de sus planes).
Notas publicadas en Elecciones
El canciller alemán Olaf Scholz destituyó a su ministro de Finanzas y el país se encamina hacia las elecciones. Los problemas económicos estarán en el centro de la campaña pero sin propuestas para romper con la austeridad.
La victoria de Trump fue posible porque supo apoyarse en las ansiedades de la clase trabajadora estadounidense sobre el declive económico. Y a menos que el programa económico de la izquierda sea igual de fuerte, seguirá dejando campo abierto para el avance de la derecha.
El resonante triunfo de Trump va a dar impulso a las derechas extremas en todo el mundo. Se vienen tiempos difíciles de ofensiva política, ideológica y cultural de un capitalismo caníbal.
Y hasta que los demócratas no encuentren la forma de recuperar a una parte importante de los votantes de la clase trabajadora, los sucesores de Donald Trump también se verán favorecidos en las próximas elecciones presidenciales.
Lo más importante de Donald Trump no es su condición psicológica, sino el hecho de que es un capitalista. Y de un tipo particular: un lumpencapitalista.
Para ganar votantes de clase trabajadora -y las elecciones de hoy- los demócratas necesitan ir contra las élites económicas. Pero la campaña de Kamala Harris no ha ofrecido consistentemente un contrapunto antiélite al populismo reaccionario de Donald Trump.
Durante años, la derecha de Puerto Rico ha tachado a la izquierda de «comunistas» que pretenden empobrecer la isla aislándola de Estados Unidos.
En las elecciones de este martes en Puerto Rico, por primera vez en la historia, una coalición de izquierda liderada por independentistas tiene la posibilidad real de ganar.
Donald Trump y sus aliados no lo ocultan: si ganan, van a lanzar una campaña de represión para destruir al movimiento propalestino y a la izquierda organizada.