¿Hasta qué punto la construcción de una voluntad colectiva nacional es condición suficiente para transformar la naturaleza de clase del Estado?
Notas publicadas en Política
El conflicto entre Evo Morales y Luis Arce por la presidencia de Bolivia en 2025 no solo divide al Movimiento Al Socialismo, sino también a los movimientos sociales y sindicatos que forman su base.
La presidenta no electa de Perú, Dina Boluarte, sigue en el cargo a pesar de sus pésimos índices de aprobación y de los reiterados reclamos de convocatoria a elecciones.
En los últimos años del siglo XX se crearon zonas económicas especiales que liberaron a los capitalistas de las limitaciones de la soberanía popular. Esto vino acompañado de ideologías libertarianas autoritarias.
Bukele prorrogará el estado de excepción que hizo que el país tenga la tasa de encarcelamiento más alta del mundo. La violencia de las maras se cambió por detenciones y encarcelamientos arbitrarios, y la clase trabajadora se lleva la peor parte.
En Bolivia, las disputas políticas locales desgastan a paso acelerado el proceso de cambio iniciado en 2008 con la elección de Evo Morales.
Javier Milei es un síntoma: el presidente argentino expresa de manera concentrada tendencias intrínsecas al capitalismo de nuestros días. No es una anomalía, sino su producto mejor logrado.
Si Javier Milei saltó de los márgenes al centro, fue porque logró hablar el lenguaje de vastos sectores sociales que tuvieron que hacerse cargo de sí mismos mientras la pandemia, la inflación y la clase política los dejaban a la intemperie.
El nuevo gobierno de Argentina busca transformar la estructura social a través de una fenomenal redistribución regresiva del ingreso. De fondo, sin embargo, su objetivo es instalar una nueva visión del mundo, en la que los explotadores son benefactores sociales y los vínculos de solidaridad, un negocio aberrante.