Trump ofrece una visión lúgubre de la buena vida, basada en la jerarquía y la autocomplacencia. La izquierda necesita proponer una política capaz de contrarrestar los placeres afectivos del trumpismo enraizada en la solidaridad y no en la crueldad y la exclusión.
Notas publicadas en Ubicación
Si el debate público alemán es tristemente célebre por sus dogmas proisraelíes, la situación es igual de mala en Austria, donde los pro palestinos son silenciados en nombre de la solidaridad «antifascista» con Israel.
El espectáculo performativo de la asunción de Donald Trump enmascara un cambio más profundo: la consolidación de un sistema en el que el control sobre la verdad, la percepción y la agencia está en manos de quienes dominan el paisaje digital.
Las enérgicas medidas de la Unión Europea contra las travesías del Mediterráneo desvían a los migrantes africanos hacia la ruta atlántica, aún más peligrosa, convirtiendo el océano en una fosa común.
Vástago de la derecha mexicana, Nicolás Medina Mora promete una ventana a la élite del país en su debut en la autoficción, América del Norte. Si realmente hubiera sido así, el libro sería fascinante. En cambio, se enreda en reflexiones sobre la blancura.
Gramsci es recordado como un gran teórico de la política y la cultura modernas. Pero no creía que las grandes ideas fueran solo cosa de intelectuales e insistía en que los trabajadores debían convertirse en los líderes de sus propias organizaciones.
Las recientes declaraciones de Trump deben verse como parte de un proyecto más amplio de reafirmar la hegemonía de Estados Unidos en las Américas y hacer retroceder la influencia geopolítica china.
El Partido Comunista Italiano se enfrentó desde su fundación a una violenta represión. Mientras las élites empresariales y los políticos liberales apoyaban a Mussolini, ningún partido resistió más a los fascistas que el PCI.
Con la llegada de Donald Trump al poder, varias facciones del Partido Republicano compiten por imponer su dominio. Entre ellas están los «Groypers», el ala más derechista de la coalición, que busca que el partido adopte una agenda abiertamente nacionalista blanca.
La prohibición de TikTok tiene que ver con la hegemonía tecnológica de Estados Unidos, no con la seguridad nacional ni con la protección de los datos de los estadounidenses, que las empresas de redes sociales locales se dedican a recopilar y vender.