Los actos por la No Amnistía mostraron fuerza y dirección. Pero para derrotar al bolsonarismo en 2026, la izquierda necesita más que símbolos: unidad, campañas políticas y movilización popular. Lula es necesario, pero la estrategia actual no alcanza. Con Trump de vuelta, el desafío es mayor.
Notas publicadas en Brasil
Con una extrema derecha desorientada por no poder contar con Bolsonaro pero con las elecciones presidenciales de 2026 cada vez más cercanas, la izquierda brasileña aún no encontró un candidato que pueda igualar el atractivo popular de Lula.
Aún estoy aquí cuenta la historia real de una familia de izquierda durante los años oscuros de la dictadura militar en Brasil. Es un relato fascinante, con personajes y detalles de época muy logrados, que bien merecido tiene el Oscar a mejor película extranjera.
Vivimos en una época de insurrecciones, solo que la insurrección es algo que puede ocurrir en ambas direcciones.
Perspectivas políticas de Brasil en 2025: Lula, la extrema derecha y la clase trabajadora ante un futuro incierto.
La esclavitud en Estados Unidos, Brasil y Cuba dependía de los mercados capitalistas, que suministraban crédito y demanda para los productos fabricados por los esclavos.
La policía federal de Brasil está investigando un complot del líder de extrema derecha Jair Bolsonaro y sus aliados para impedir que Lula asuma el cargo en 2023. Ahora han acusado a los conspiradores de planear el asesinato de Lula, su vicepresidente y un juez de alto rango.
La derrota de la izquierda brasileña tiene raíces profundas que van más allá de la «guerra cultural» o las políticas «identitarias». La extrema derecha ha capitalizado el desencanto y movilizado fuerzas, mientras la izquierda permanece en silencio o capitula ante la presión.
Las elecciones municipales han dejado al descubierto una realidad difícil para la izquierda en Brasil. La extrema derecha continúa ganando terreno, y el neofascismo se afianza en la conciencia popular.