El mundo hiperelitista de la Francia prerrevolucionaria fomentó el resentimiento entre los escritores excluidos de la alta sociedad. Esta amargura resultó ser un caldo de cultivo fértil para la revolución liderada por escritores que dirigieron su ira contra el antiguo orden.
Notas publicadas en Francia
El 26 de junio de 1913 nació Aimé Césaire, poeta y político martiniqués, ideólogo del concepto de «negritud». En tanto las estructuras de poder, explotación y deshumanización gestadas durante el colonialismo todavía persisten, su discurso anticolonial continúa vigente.
La izquierda estadounidense debe luchar contra Trump no solo por su propia supervivencia, sino por la de todos. Jean-Luc Mélenchon explica cómo su partido, La France Insoumise, construyó su poder electoral y derrocó a un gobierno de derecha.
En la Argelia bajo dominio francés, Frantz Fanon fue psiquiatra y miembro activo del Frente de Liberación Nacional. Una nueva película retrata su compromiso con la lucha anticolonial.
Ahora Marine Le Pen tiene prohibido presentarse a las elecciones durante cinco años. La sentencia aplica la ley tal y como está escrita, pero convierte su condena por malversación de fondos en un golpe propagandístico para su partido.
Macron insistió en la necesidad de reducir la deuda pública, pero ahora pide un enorme gasto militar. El llamamiento a la remilitarización se convirtió en el centro de la agenda del presidente francés y ofrece un pretexto para recortes aún mayores al Estado de bienestar.
La rebelión artística poco convencional del surrealismo puede parecer muy alejada del trabajo sobrio y disciplinado de los revolucionarios marxistas. Pero el escritor francés Pierre Naville unió surrealismo y marxismo.
En 1950, Francia emprendió un ambicioso esfuerzo para modernizar su imperio adoptando costumbres locales y promoviendo gobiernos autónomos limitados. No era más que el intento de crear una ideología moderna para el colonialismo, y fracasó.

En los años 40 y 50, el movimiento francés de los «curas obreros» sacó a los sacerdotes de las iglesias y los incorporó a las filas de la clase trabajadora. Su experiencia nos recuerda las posibilidades radicales de la religión.