Un llamamiento de los sindicatos palestinos a la solidaridad mundial ha suscitado acciones sin precedentes dirigidas por trabajadores en Italia, Canadá, India, Bélgica, España y Reino Unido.

El ataque militar de Israel contra Gaza ha matado a más de dieciocho mil personas, herido a casi cincuenta mil y desplazado a 1,9 millones, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas.

En un llamamiento urgente realizado el 16 de octubre, los sindicatos y asociaciones profesionales palestinos pidieron a los sindicatos en el extranjero que «Dejen de armar a Israel», dado el apoyo militar y diplomático a Israel procedente de Estados Unidos y la Unión Europea.

Hicieron un llamamiento a sindicatos y trabajadores para que se abstuvieran de fabricar, transportar y manipular armas y tecnología de vigilancia destinadas a Israel. También formaron la organización Trabajadores en Palestina con aliados internacionales para fomentar la solidaridad y el apoyo.

«Necesitamos tres cosas de Estados Unidos: municiones, municiones y municiones», dijo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a los funcionarios del gobierno local, según el Financial Times, cuando el asalto entra en su segundo mes.

Netanyahu llegó a expresar su preocupación por que la oleada de protestas en Occidente pudiera amenazar los envíos de armas, lo que sugiere que la presión internacional está empezando a surtir efecto.

«Los trabajadores palestinos han estado en primera línea en Gaza, salvando vidas y rescatando comunidades en medio de los incesantes bombardeos», declaró Samira A.A. Hasanain, miembro del Sindicato General Palestino de Trabajadores de Servicios Públicos y Comercio de Gaza. «Mientras seguimos cumpliendo con nuestras obligaciones, saludamos de todo corazón a quienes trabajan incansablemente para detener el comercio de armas con Israel».

Detener los envíos de armas

Numerosos sindicatos de todo el mundo han emitido declaraciones secundando el llamamiento. En España, los trabajadores del puerto de Barcelona se negaron a transportar armas a Israel y exigieron un alto el fuego inmediato.

Los trabajadores de la empresa aeroespacial Airbus en Getafe organizaron una marcha dentro de su fábrica, desplegando una pancarta: «Los trabajadores de Airbus nos solidarizamos con Palestina, no a la venta de armas a Israel».

Catorce sindicatos españoles y doscientas organizaciones de la sociedad civil lanzaron una campaña pidiendo a su gobierno que pusiera fin al comercio de armas con Israel.

Y sindicalistas de la Asociación Sindical Catalana protestaron contra Israel Chemical Limited-Iberia, filial del grupo ICL, que suministra fosfatos a Monsanto (ahora Bayer) para producir fósforo blanco para el ejército estadounidense, que a su vez lo suministra a Israel.

El fósforo blanco es una espantosa arma incendiaria que, al entrar en contacto con el oxígeno, arde a una temperatura de más de 800 grados Celsius, causando graves quemaduras y daños orgánicos. Se acusa a Israel de utilizarla en zonas civiles, violando el derecho internacional.

En Bélgica, varios sindicatos del transporte pidieron a sus afiliados que no transportaran armas por vía aérea, después de que algunos informaran de que habían visto cargamentos con destino a Israel.

En Italia, estibadores del puerto septentrional de Génova pertenecientes al sindicato independiente Colletivo Autonomo Lavoratori Portuali, junto con aliados comunitarios, bloquearon el 10 de noviembre el transporte de carga en un buque de la naviera israelí ZIM. A continuación, el mismo buque se enfrentó a protestas en el puerto meridional de Salerno.

El 30 de noviembre, los estibadores afiliados al Consejo Europeo de Estibadores emprendieron su primera gran acción coordinada en puertos de varios países.

Las doce federaciones sindicales de la India, que representan a cien millones de trabajadores, se oponen firmemente a las conversaciones para enviar cien mil trabajadores de la construcción en sustitución de los trabajadores palestinos cuyos permisos de trabajo ha cancelado Israel.

«Que la India se plantee siquiera ‘exportar’ trabajadores demuestra la forma en que ha deshumanizado y mercantilizado a los trabajadores indios», se lee en una declaración conjunta de los sindicatos. «Tal paso equivaldrá a la complicidad por parte de India con la actual guerra genocida de Israel contra los palestinos».

En Canadá, organizadores sindicales indígenas y de base cerraron audazmente cuatro fábricas de armas que abastecían a Israel. Trabajadores y miembros de la comunidad cerraron durante todo el día las plantas de L3Harris en Hamilton, Toronto y Montreal, así como la de Lockheed Martin en Ottawa. Activistas sindicales bloquearon la entrada a GeoSpectrum en Dartmouth, filial de Elbit Systems, una importante empresa israelí de armamento.

En el Reino Unido, el impulso crece tras el éxito de dos piquetes, entre ellos el de cuatrocientos sindicalistas que bloquearon la entrada a la fábrica de BAE System en Rochester, en Kent. La campaña de Trabajadores por una Palestina Libre pretende llamar la atención sobre el papel que desempeña Gran Bretaña en la cadena de suministro del armamento utilizado por Israel.

Las acciones se intensificaron el 7 de diciembre, cuando un millar de trabajadores bloquearon fábricas de armas en Bournemouth, Lancashire, Brighton y Glasgow para detener la producción de componentes para el avión de combate F-35. Hubo coordinación para acciones similares en Francia, Dinamarca y Holanda.

Por dónde empezar

Para pedir solidaridad, los sindicatos palestinos se inspiraron en la historia: la solidaridad sindical contra el apartheid en Sudáfrica y los movimientos mundiales contra la injusticia en Etiopía y Chile. Aunque el comercio de armas es el foco inicial, el objetivo es salir de este terrible momento con un apoyo sindical más fuerte y sostenido a los trabajadores palestinos.

Trabajadores en Palestina, el grupo formado por sindicatos palestinos, ha creado una serie de recursos en línea, incluida una hoja de orientación para sindicatos sobre la construcción de la solidaridad con Palestina, una guía complementaria para activistas comunitarios y un modelo de moción.

El amplio conjunto de herramientas «¿Quién arma a Israel?» ofrece orientación para la acción y sugiere lugares. Lockheed Martin, Boeing, BAE Systems, Leonardo y Raytheon suministran armas cruciales al ejército israelí.

Como ocurre con cualquier organización sindical, los mayores éxitos se consiguen con esfuerzos a largo plazo para implicar a las bases.

Si acabas de empezar, considera la posibilidad de reunir a un grupo de miembros para que asistan a una marcha o manifestación local o de celebrar un acto educativo en el local de tu sindicato con una organización local de solidaridad con Palestina, y luego presentar una moción en tu próxima reunión sindical. (Labor Notes celebró un debate el 15 de noviembre sobre lo que están haciendo los sindicatos).

Para desarrollar una campaña, investiga cualquier vínculo directo que tu sindicato o empleador pueda tener con Israel, como por ejemplo a través del comercio de armas o a través de empresas de la cartera de su pensión que se benefician de la opresión de los palestinos por parte de Israel. También puedes ver cómo los trabajadores palestinos de tu mismo sector, como universidades u hospitales, se ven afectados por las acciones de Israel. Cuanto más directo sea el vínculo, mejor será el objetivo de la campaña.

El éxito de las campañas sobre cuestiones difíciles requiere dedicación y convicción, pero también es increíblemente gratificante saber que estás marcando una diferencia real al organizar a tus compañeros del sindicato para que se solidaricen con los trabajadores del otro lado del mundo.

Republicado de Labor Notes.