El último libro de Bifo Berardi sobre el genocidio israelí en Gaza tiene una mirada no solo pesimista y derrotada sino también orientalista y eurocentrista. No podemos darnos el lujo de caer en el nihilismo ni avalar este «pesimismo de la voluntad».
Notas publicadas en Imperialismo
Luego del 7 de octubre de 2023, la sociedad israelí entró en una espiral vengativa y genocida, cometiendo una y otra vez algunos de los crímenes más atroces de este siglo. Dos años después, sus líderes no se arrepienten y claman por más sangre.
Nombrar el genocidio palestino exige reabrir la memoria del Holocausto y liberar al judaísmo del secuestro sionista. No hay paz posible sin una rebelión ética y política contra el supremacismo.
Incluso antes del 7 de octubre de 2023, los gazatíes habían quedado relegados al papel de población excedente con un nivel mínimo de empleo dentro de Israel. Su expulsión de la economía capitalista israelí contribuyó a sentar las bases para el genocidio.
En la asamblea de la ONU, Gustavo Petro criticó duramente los abusos contra los derechos humanos por parte de Donald Trump y el genocidio de Israel en Gaza. La respuesta del Departamento de Estado de EE.UU. fue revocar su visado.
La huelga del 22 de septiembre en Italia muestra un movimiento contra la guerra que nace de la indignación, pero que también es consciente de que para incidir realmente hay que «parar todo». Ahora se necesitan convergencias capaces de recoger el impulso unitario surgido desde abajo.
Los planes occidentales para un Estado palestino distan mucho de la autodeterminación palestina, ya que imponen estrictas limitaciones a su futura soberanía.
La derrota en Buenos Aires quebró el aura de invulnerabilidad de Milei. Entre ajuste brutal, dependencia del salvataje de Trump y creciente malestar social, el gobierno libertario entra en su fase más frágil.
El año pasado, la selección cubana de básquetbol logró lo impensado y venció a Estados Unidos en la FIBA AmeriCup. Ahora Trump y Rubio se están vengando, impidiendo que todos los equipos cubanos compitan en Estados Unidos y Puerto Rico.
Los asesinatos de presuntos narcotraficantes en Venezuela por parte de Donald Trump, sin ningún tipo de proceso legal, reflejan los peligros que depara su segundo mandato. Son un capítulo más de la larga historia de injerencia estadounidense.









