En Argentina, la última dictadura militar está bien presente en el debate público. No ocurre lo mismo con la resistencia de la clase trabajadora, una historia prácticamente desconocida y escasamente evocada, incluso por las propias organizaciones obreras.
Artículos etiquetados como sindicatos
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, está batallando por aprobar un amplio paquete de reformas laborales que proteja a los trabajadores y restaure los sindicatos tras décadas de violencia y represión. Las fuerzas conservadoras están decididas a impedirlo.
En Francia, los agricultores en huelga conducen sus tractores hacia París y los medios de comunicación hablan de una revuelta rural. Pero la etiqueta oculta el contenido de clase del conflicto, que opone a pequeños y grandes productores.
El programa neoliberal de Bill Clinton destruyó deliberadamente la seguridad social y facilitó la deslocalización de la industria, una política de la que la clase trabajadora estadounidense nunca se ha recuperado. Ahora, Javier Milei busca su consejo.
Desde la India a Canadá, pasando por Bélgica y muchos otros lugares, los sindicalistas se solidarizan con el pueblo palestino y actúan para detener el flujo de armas que Israel utiliza en su destructiva guerra contra Gaza.
Hay un dilema al que se enfrentan los sindicatos: ¿deberíamos centrarnos en organizar a los trabajadores con mayor influencia estratégica en la economía, o deberíamos acoger a cualquier trabajador dispuesto a luchar?
Un movimiento obrero que pretende luchar contra la opresión no tiene cabida para los sindicatos policiales.
Emmanuel Macron dice que es hora de «apaciguar» las tensiones generadas por su reforma de las pensiones, pero la movilización no para de crecer. Manon Aubry, de France Insoumise, asegura que el movimiento está desafiando las formas antidemocráticas del gobierno francés.
Una profesora, una funcionaria civil y una trabajadora universitaria del Reino Unido explican por qué participaron de la jornada de huelga de este 1 de febrero, la más importante en una década.
Durante un siglo, el movimiento obrero «oficial» en México ha sido un fraude de sindicatos de empresa y contratos que protegen a los patrones. Ahora que hay un verdadero impulso para que crezca el sindicalismo independiente, AMLO debe apoyarlo.