Israel no sólo reanudó por completo su ataque genocida contra Gaza y el pueblo palestino sino que también retomó la matanza de periodistas.
Notas publicadas en Palestina
Al bloquear la ayuda humanitaria y amenazar con reanudar su guerra contra Gaza, Israel socava sistemáticamente el alto el fuego. Ahora utiliza el hambre como coacción para forzar la capitulación palestina y avanzar en la limpieza étnica.
La ideología de los bienes raíces encontró una expresión geopolítica directa en el intento de Trump de adquirir territorio como «propiedad», ejemplificado por el atroz «plan de desarrollo de Gaza».
El gobierno israelí obstruyó durante meses un acuerdo de alto el fuego en Gaza, mientras Estados Unidos se negaba a presionar en ese sentido. Hoy los líderes israelíes están dispuestos a reanudar la ofensiva y a aumentar la violencia en Cisjordania, si Washington se lo permite.
Donald Trump a menudo se ha presentado como un antibelicista. Pero esta semana dijo que quiere que Estados Unidos «tome posesión» de Gaza y expulse a todos sus habitantes, lo que, además de ser una limpieza étnica, requiere prolongar la guerra.
Durante la década de 1980 las instituciones de Alemania comenzaron a enfrentarse seriamente al pasado de su país. Para el historiador Enzo Traverso, no aprendieron las lecciones correctas.
El hecho de que Joe Biden permitiera un genocidio en Palestina es coherente con una carrera dedicada a impulsar una guerra sangrienta en Oriente Medio. Su acción e inacción en Gaza fue brutal, injustificable e imperdonable.
Si el debate público alemán es tristemente célebre por sus dogmas proisraelíes, la situación es igual de mala en Austria, donde los pro palestinos son silenciados en nombre de la solidaridad «antifascista» con Israel.
La orden de detención de la CPI contra Benjamin Netanyahu por cargos de genocidio atrajo la atención mundial. Pero en Israel se enfrenta a un juicio por corrupción que podría significar el fin de su carrera política.
El anuncio de un alto el fuego en Gaza es un alivio tras más de un año de genocidio. Pero no hace nada para remediar las numerosas violaciones del derecho internacional cometidas por Israel, que provocaron una miseria incalculable entre los palestinos.