Donald Trump está al borde de una guerra con Irán, un conflicto que sería perjudicial para Israel, para Estados Unidos, para los civiles de todas las partes e incluso para el futuro del propio mandatario estadounidense.
Artículos publicados por: Branko Marcetic
Redactor de Jacobin Magazine y autor de Yesterday’s Man: The Case Against Joe Biden (Verso, 2020).Elon Musk fue expulsado de la Casa Blanca de Trump. Pero Musk siempre estuvo llevando a cabo la agenda del autor del Proyecto 2025, Russell Vought, que sigue teniendo mucho poder.
Los primeros 100 días de Donald Trump han demostrado lo que realmente significa hacer un uso intensivo del poder ejecutivo. Pero, además de paralizar de forma permanente el Estado, es difícil ver qué ha conseguido realmente con ello.
Los comentaristas liberales instan a los demócratas a no hablar de las medidas ilegales de Trump para desaparecer gente en un calabozo salvadoreño. Esto no solo es incorrecto por una cuestión de principios, sino que además es un error político.
El errático despliegue de aranceles de Donald Trump parece que va a aumentar la dependencia mundial respecto de China y a ahuyentar a las inversiones para la reindustrialización de Estados Unidos, socavando los objetivos declarados de su propia administración.
Donald Trump le dijo al mundo que su administración acabaría con la censura de la cultura liberal «woke». Pero su mandato muestra una de las peores represiones a la libertad de expresión en la historia reciente de los Estados Unidos.
Hace veinticuatro años, la «guerra contra el terrorismo» provocó una drástica reducción de los derechos de los inmigrantes que afectó tanto a los titulares de tarjetas de residencia como a los ciudadanos. Sus ecos siguen vivos hoy en día en las políticas de Donald Trump.
Donald Trump dijo una vez a los votantes que estaba luchando contra un sistema político corrupto. Sin embargo, con Elon Musk operando con impunidad en todo el gobierno federal, Trump ha llevado la corrupción política a niveles sin precedentes.
La redada de deportación masiva ordenada por Donald Trump no solo aterroriza a los inmigrantes indocumentados y a sus comunidades, sino que también encarcela e incluso expulsa a ciudadanos estadounidenses.
Los gobiernos estadounidense y europeo se niegan a levantar las sanciones impuestas a Siria, castigando a su pueblo por una situación que escapa a su control, a pesar de que Bashar al-Assad, el objetivo de las sanciones, ya no gobierna.