Entrevista por Mattha Busby
Cuando Jeremy Corbyn era líder del Partido Laborista, al cineasta socialista Ken Loach se le otorgó un lugar de honor y un asiento prominente en la sala de conferencias, después de volver a unirse al partido que había dejado años antes, disgustado con Tony Blair. La posición del cineasta ganador de la Palma de Oro provocó la ira de blairistas como el ex diputado Mike Gapes, que todavía hoy se resiente de haber sido “desterrado al gallinero” por la dirección laborista de izquierda.
Pero hoy, lo que se escucha es la algarabía de los derechistas, después de que el director de Daniel Blake fuera expulsado del partido la semana pasada. Loach, cuyas películas se consideran hitos del realismo social, declaró que fue expulsado del Partido Laborista después de rechazar una orden de renunciar a los amigos y camaradas de izquierda que han sido expulsados, junto con las corrientes ahora prohibidas de las que eran miembros.
Al anunciar su expulsión a través de Twitter, Loach se mostró desafiante, declarando que “Starmer y su camarilla nunca liderarán un partido del pueblo” e insistió en “Somos muchos, ellos son pocos”. Hablando con Jacobin en su primera entrevista desde su expulsión, el cineasta pinta un panorama desolador de la vida dentro del partido de izquierda. En su conversación con Mattha Busby señaló que los acontecimientos recientes sugieren que el laborismo ya no está interesado en escuchar a sus miembros, y que está dando marcha atrás, de vuelta a la política vacía y derechista de la era Blair, con la esperanza de seducir a la prensa conservadora.
MT
¿Por qué le han expulsado del Partido Laborista?
KL
La carta que recibí me acusaba de apoyar a una organización proscrita; bueno, según yo lo entiendo, si se aprueba una ley para criminalizar un acto, no se puede enjuiciar a alguien por haberlo hecho antes de que se aprobara la ley. No se puede castigar retroactivamente a las personas por cosas que no eran delitos cuando las hicieron.
Toda las ridículas pruebas que se lanzaron contra mí se referían a cosas que sucedieron mucho antes de estas proscripciones.¿qué hacer? No tengo la energía ni la voluntad para involucrarme en una disputa prolongada, porque es una pérdida de tiempo. Prefiero trabajar y hacer una película que hablar con gente maliciosa. Es como poner fin a una relación abusiva, en realidad, es un peso que se quita de encima.
MT
¿Cuál fue el alcance de su participación en estas organizaciones ahora prohibidas?
KL
No soy miembro de ninguna de las organizaciones prohibidas. Pero apoyo a muchas de las personas que han sido expulsadas, porque son buenos amigos y camaradas. Se está llevando a cabo una cacería de brujas dentro del Partido Laborista, y no renunciaré a ellos. Los apparatchiks del partido están ejerciendo una gestión arbitraria y completamente antidemocrática; haciendo las reglas sobre la marcha. Para alguien como Keir Starmer, a quién se considera un importante abogado y ex jefe del Servicio de Fiscalía de la Corona, su plena aprobación solo demuestra el tipo de personajillo que es.
MT
No parece que se quisieran mucho. ¿Qué opina sobre su liderazgo del partido en general?
KL
Lo que está intentando hacer Starmer está muy claro. Como líder, es totalmente indigno de confianza y un mentiroso compulsivo. Dijo que uniría al partido, pero ha expulsado a más de 120.000 miembros. Sus acciones sugieren que esa fue su intención desde el primer día, por lo que nunca tuvo la intención de unir al partido. Conscientemente engañó a los miembros. Ha acabado por ser alguien indigno de confianza y sin principios. Y su intención, por lo que puedo ver, es dirigir un partido pequeño sin activistas que le den problemas, sin un programa transformador. Es un retroceso de las políticas de izquierda sobre la propiedad pública, la vivienda, el estado de bienestar y el medio ambiente. En política exterior es un retroceso de la defensa del derecho internacional y los derechos humanos.
Lo que está haciendo mediante las expulsiones y el acoso a los afiliados para que se vayan es reproducir el partido de Blair, un pequeño partido que se dirige al electorado a través de los medios de comunicación y trata de convencer a la prensa de derecha de que el laborismo no es una amenaza para su poder.
MT
Usted ha sido uno de los que ha restado importancia al tema del antisemitismo en el partido y lo han acusado de negar el Holocausto. ¿Cree que esto jugó algún papel en su expulsión?
KL
Mi posición sobre la negación del Holocausto es muy clara. Me opongo totalmente a ella. Está ahí en los archivos y es público. “En una entrevista de la BBC, donde el discurso se superpuso, mis palabras se retorcieron para sugerir que creo que es aceptable cuestionar la realidad del Holocausto. No. El Holocausto es un evento histórico tan real como la propia Segunda Guerra Mundial y no debe ser cuestionado”, dije. He recibido amenazas a mi familia por ello, gente que se me acerca en la calle, te empuja contra la pared, es el abuso más repugnante.
MT
Es evidente que está frustrado por los acontecimientos de los últimos años. ¿Alberga alguna amargura por su expulsión?
KL
Para mí, es un honor: no tengo ningún problema en pelearme con la camarilla de Starmer. La democracia está muerta en el Partido Laborista: las agrupaciones del partido en los distritos electorales se han cerrado sin motivo. Las resoluciones adoptadas que critican a Starmer o apoyan a los palestinos son invalidadas. Se les ha dicho que no se les permite aprobar resoluciones que traten sobre el hecho de que no pueden aprobar determinadas resoluciones. Es una negación total de la democracia interna.
MT
Suena bastante orwelliano. ¿Es caótico también?
KL
Todo el proceso disciplinario es un caos, no existe un procedimiento garantista en absoluto. A las personas se les dice que su afiliación queda suspendida, escriben pidiendo explicaciones y no obtienen ninguna respuesta; así durante meses y meses. A Starmer, que ha sido un abogado famoso, lo hace parecer ridículo. Es una figura divertida. Dijeron que cuando Gordon Brown era el líder, era como si Stalin se convirtiera en Mr Bean; pero Starmer es al revés, él es Mr. Bean tratando de actuar como Stalin, y lo está haciendo muy torpemente.
MT
Ahora tengo la imagen de Stalin ordenando a Peter Mandelson que limpie la Mona Lisa y reprendiéndolo por no hacer un buen trabajo. Pero, hablando en serio, ¿qué opina de la política británica hoy?
KL
Hay una gran cuestión sobre la democracia. Con Jeremy Corbyn, el laborismo fue el partido político más grande de Europa: casi seiscientos mil miembros. Los miembros estaban fuertemente unidos alrededor del programa del partido, que habría sido transformador. Pero una camarilla dentro del grupo parlamentario, la mayoría de ellos blairistas, lideró con éxito los esfuerzos para socavarlo. Usted conoce la historia de los correos electrónicos filtrados desde la sede laborista: varios liberados trabajaron activamente en contra de una victoria laborista en 2017 y se regocijaron cuando el partido perdió, en medio de los insultos más groseros a personas como Diane Abbott y los pocos parlamentarios leales a Corbyn, y ahora están siendo recompensados con Starmer. Todo esto me lleva a preguntarme si es posible votar a un partido comprometido con un cambio transformador. ¿Es el establishment británico tan todopoderoso que puede evitar que suceda?
Sobre la entrevistadora
Mattha Busby es una periodista independiente, actualmente residente en México, que ha escrito ampliamente sobre política sanitaria y sociedad.