Press "Enter" to skip to content
Ilustración: Juan Pablo Dellacha

Un círculo vicioso que no se aguanta más


El hogar ocupa un lugar central en el capitalismo pero, a diferencia del trabajo, sigue siendo un sitio en el que la desigualdad de género galopa sin estribos.

Los trabajadores estamos atrapados en un círculo vicioso: cada vez trabajamos más horas para pagar los servicios que necesitamos porque cada vez trabajamos más horas… Etcétera. Romper el círculo implica repensar los vínculos que establece el capitalismo entre nuestra «vida laboral» y nuestra «vida familiar».

Para acceder a la nota completa es necesario adquirir una suscripción. Inicia Sesión o Adquiere tu suscripción
Cierre

Archivado como

Publicado en Artículos, Crisis, Feminismo, Número 4, Primera Plana and restringido

Ingresa tu mail para recibir nuestro newsletter

Jacobin Logo Cierre