La ideología liberal-libertaria ha logrado hacer de mitos propios del pensamiento mágico verdades técnicas e históricas. Ha trabajado sobre el sentido común siendo más gramsciana que los gramscianos mismos. Es hora de dar vuelta el relato.
Notas publicadas en Ideología
El gobierno de inspiración fascista en Italia, al igual que el de extrema derecha de Hungría, forman parte del neoliberalismo europeo. No son una alternativa a él.
Los liberales ponen en marcha un verdadero ejercicio intelectual para revestir su propia historia con mitos reconfortantes que ocultan su papel en la complicidad con el colonialismo, la esclavitud y el fascismo. Es hora de desenmascararlo.
En 1910, Churchill envió tropas a los yacimientos de carbón del sur de Gales para poner fin a una huelga. Aunque los mineros fueron derrotados, esto radicalizó a la clase obrera galesa y contribuyó a romper los lazos entre los liberales conservadores y los sindicatos.
A medida que las guerras se intensifican en todo el mundo y la crisis ecológica causa estragos generalizados, la política internacionalista se vuelve más necesaria que nunca. Cornel West explica por qué la lucha por la justicia climática debe unirse a un movimiento antimilitarista.
Ludwig von Mises se autopercibía como un crítico sobrio y científico del socialismo. Pero en realidad era un ideólogo del libre mercado, que utilizaba un dogma camuflado para probar por qué los trabajadores debían someterse a sus amos capitalistas.
¿Qué pasaría si las «dos Américas» se separaran de forma definitiva?
El Mundial de Catar representa la culminación de décadas de fútbol capitalista, una victoria de las grandes empresas y de los regímenes represivos y una tragedia para los hinchas y los trabajadores que hacen posible el juego.
Para desterrar el bolsonarismo hacen falta más que urnas: es necesario desmantelar el proyecto de la extrema derecha y reconquistar el espacio del saludable debate democrático en un ambiente de pluralismo. Sin movilización activa ese objetivo es incumplible.