Los defensores del capitalismo a menudo lo justifican destacando las virtudes del mercado. Pero el capitalismo no se define por la existencia de mercados sino por la dominación de los trabajadores por parte de los capitalistas.
Notas publicadas en Ideas
Michael Löwy comparte con Jacobin un breve comentario crítico al artículo de Samuel Farber «En defensa del progreso», recientemente publicado. Una defensa de Walter Benjamin, del romanticismo revolucionario y del ecosocialismo.
Tres grandes acontecimientos históricos —las revoluciones de posguerra, la disolución del bloque soviético y el ascenso contemporáneo del neofascismo— interpelan al trotskismo no solo en su legado, sino también en su porvenir.
El progreso material y la democratización siguen siendo los principios básicos de cualquier política socialista viable.
A finales de la década de 1970, unos militantes nacionalistas intentaron destruir el Guernica, de Pablo Picasso. Hoy en día, la pintura está a salvo, pero el museo en el que se encuentra se convirtió de nuevo en el centro de las polémicas de la derecha.
El gobierno de una ultraderecha cada vez más autoritaria y antidemocrática nos exige nuevos análisis y estrategias. Y existen recursos sociales de resistencia para la conformación de un frente antifascista que son alentadores.
Entrevista a la senadora colombiana María José Pizarro sobre los logros y desafíos del Gobierno de Gustavo Petro, su relación con los movimientos sociales y el nuevo escenario que plantea el segundo mandato de Trump.
El descontento con los partidos verdes establecidos y las ONG ecologistas alimentó el auge de formas de activismo más conflictivas. Pero la tarea no puede limitarse al campo ideológico sino que debe movilizar a millones de personas en defensa de sus propios intereses.
Los liberales y los socialistas suelen verse como enemigos. Pero hacer realidad los ideales liberales de libertad e igualdad significa construir un orden socialista, una lección que tanto liberales como socialistas harían bien en recordar.
El creciente éxito de la derecha en la clase trabajadora no se ganó con documentos políticos o grupos de expertos, sino a través de medios que hablan su idioma. Si la izquierda quiere competir, necesita construir un ecosistema mediático que resuene.