Criada en medio del estancamiento salarial y el auge de los mercados, la generación Z invierte más que las generaciones anteriores. Pero para la gran mayoría es poco probable la superación de la brecha económica por esa vía.
Notas publicadas en Sociedad
Tras décadas trabajando en los campos de Italia, Balvir Kumar seguía cobrando cinco euros la hora. Fallecido en un accidente, su historia muestra el poco valor que la enorme industria alimentaria italiana le otorga a la vida de sus trabajadores.
Los bolivianos acuden a las urnas este domingo en medio de una crisis económica en espiral y el colapso total del MAS. Una victoria de la derecha podría traer de vuelta la austeridad neoliberal, desencadenando un nuevo ciclo de malestar social.
Los demócratas moderados defienden cada vez con más fuerza un sionismo «aceptable», afirmando que apoyan a Israel pero se oponen a Netanyahu. Pero los horrores de Gaza no se pueden resumir al problema de un líder de derecha.
Cada vez parece más probable que la inteligencia artificial suponga cambios importantes en la economía y la vida cotidiana. Necesitamos un programa de empleo público para los trabajadores desplazados y debemos regular a la IA como un servicio público.
El mito de que los multimillonarios ganan, inventan o donan su fortuna de forma virtuosa no resiste un análisis riguroso. La riqueza de los multimillonarios no se basa en el genio, sino en la inversión pública, y se traduce en el poder de influir en la legislación, el mercado laboral y los mercados.
En teoría, los trabajadores del conocimiento iban a ser los beneficiarios del neoliberalismo y la globalización. Sin embargo, la IA generativa y un mercado laboral hipercompetitivo están empobreciéndolos también a ellos.

Diario de Galileo, de Macarena Marey, contribuye desde una mirada filosófica a las teorías críticas de la salud mental y del paradigma de la neurodivergencia. Escrito en primera persona, el libro es una reflexión sobre la experiencia de maternar a Galileo, el hijo autista no-verbal de la autora.

La industria del gaming está convirtiendo cada smartphone en un casino, y destrozando cada vez más vidas en el proceso.