Las próximas elecciones presidenciales de Brasil nos dejan ante dos alternativas: cuatro años más del gobierno reaccionario, corrupto y derechista de Jair Bolsonaro o la vuelta de Lula da Silva.
Notas publicadas en Brasil
En vísperas de las elecciones presidenciales de octubre y con Lula da Silva liderando las encuestas, aumenta el temor a un golpe de Estado por parte de Jair Bolsonaro. Lo que peligra no es solo un resultado electoral, sino la democracia brasileña en su conjunto.
Hoy, 7 de septiembre, Brasil recuerda los 200 años de su independencia. En un escenario sumamente convulso y a menos de un mes de las elecciones presidenciales, la efeméride es utilizada por el bolsonarismo como una oportunidad para mostrar fuerza en las calles.
Con Lula listo para ganar la presidencia, Bolsonaro está sembrando dudas sobre el proceso electoral. Bernie Sanders pone al presidente brasileño sobre aviso e insiste en que EE.UU. se oponga a cualquier gobierno ilegítimo.
La histórica victoria de Gustavo Petro en Colombia representa un paso adelante de gran trascendencia para los progresismos latinoamericanos. El próximo desafío electoral en la región tendrá lugar en Brasil, donde se enfrentan dos modelos antagónicos.
Aunque hoy esté en contra del gobierno de Bolsonaro, el Movimento Brasil Livre (MBL) tiene, en el fondo, más similitudes que diferencias con el bolsonarismo. Y lo podemos probar.
Lula corre con amplia ventaja en las encuestas, pero muchas de las condiciones que llevaron a Bolsonaro al poder permanecen.
La herramienta para asegurar la derrota de Bolsonaro no será la conquista de la simpatía de un sector de la clase dominante hacia la candidatura de Lula, sino la capacidad que tendrá la izquierda de poner en movimiento a millones de personas en esta campaña.