El 11 de septiembre de 1973, el presidente socialista de Chile, Salvador Allende, fue derrocado por un golpe militar respaldado por la CIA. En esta entrevista de 1971 con Rossana Rossanda, Allende expresó sus temores a la desestabilización interna y a la interferencia estadounidense.
Notas publicadas en Historia
La historia estadounidense de mediados del siglo pasado muestra que un fuerte movimiento obrero fue fundamental para la unidad social y el avance de los derechos civiles. Aunque la nostalgia pueda parecer una vía muerta, el pasado encierra valiosas lecciones para el futuro.
La letra mata, el último libro del historiador italiano Carlo Ginzburg, es una invitación a leer los testimonios del pasado en contra de las intenciones de quien los produjo, para otorgarle así un lugar a las voces aplastadas por el silencio de la Historia.
Para la Unión Soviética, el ateísmo se convirtió en algo más que la ausencia de religión. Era una ideología pensada para llenar el vacío que la propia religión dejaba.
En agosto de 1950 era asesinado el líder comunista belga Julien Lahaut. Aunque las circunstancias de su muerte fueron silenciadas durante décadas, es un secreto a voces que su asesinato respondió al peligro que representaba para el establishment del país.
Los relatos populares del nazismo a menudo afirman que Hitler llegó al poder democráticamente. Pero, el historiador Richard J. Evans argumenta que el fascismo alemán dependía de las milicias armadas para aplastar a los comunistas y socialistas.
Si el movimiento socialista aspira a transformar sus ideas en fuerza material, debe ser parte de los grandes movimientos populares, empalmar con el «buen sentido» de las resistencias en curso y fusionar su programa con el ideario de los movimientos reales.