El presidente de la Federación Mundial de la Juventud Democrática analiza la guerra en Ucrania y denuncia la detención por parte del gobierno de Kiev de dos de sus militantes.
Notas publicadas en Guerra
El rechazo a la invasión rusa no puede conducir al alineamiento con las acciones de los gobiernos occidentales.
Los líderes occidentales condenan la invasión rusa de Ucrania, pero ellos mismos son profundamente cómplices del derramamiento de sangre en todo el mundo. Necesitamos un movimiento que se oponga a la guerra en todas partes.
Luego de 10 días de conflicto, una cosa queda clara: la guerra en Ucrania no se trata solamente de la invasión de un país por parte de Rusia. La OTAN está fuertemente involucrada.
La izquierda debe denunciar la invasión rusa pero también a la OTAN y a sus gobiernos aliados.
Las sanciones contra Rusia están siendo calificadas como una medida sin precedentes. Pero el mecanismo que utilizan ha sido probado a lo largo de una década en la eurozona.
La crítica al operativo de Putin es insoslayable en cualquier pronunciamiento de la izquierda. Pero ese posicionamiento debe ser antecedido por una contundente denuncia del imperialismo norteamericano como principal responsable de la escalada bélica.
Los habitantes de Okinawa llevan mucho tiempo haciendo campaña contra las enormes bases militares estadounidenses que dominan su isla. Pero el Estado japonés sigue adelante con la construcción de una nueva base en contra de su voluntad.
Rusia tiene todo el derecho a dejar claro que el despliegue de misiles de la OTAN en Ucrania es inaceptable. Pero la invasión de Putin es una aventura militar injustificable.
Antes de lanzar su invasión de Ucrania, Vladimir Putin afirmó que el país que ahora ataca es una creación bolchevique. Su visión mítica de la historia se inspira en el más oscuro imperialismo zarista.