El avance de las extremas derechas también se traduce en el ataque constante a las ciencias sociales, las humanidades y el pensamiento crítico en general. Para frenarlo debemos fortalecer nuestras propias redes de producción de conocimiento, y CLACSO es una herramienta cardinal para ello.
Notas publicadas en Educación
La filósofa Luciana Cadahia y el ministro de Educación colombiano Daniel Rojas Medellín dialogan sobre los proyectos de reforma agraria y de transformación educativa en Colombia.
Los juegos de mesa no son solo una manera de distraerse, sino que nos ayudan a imaginar nuevos mundos y diferentes formas de trabajar colectivamente. Títulos recientes como Pandemic y Daybreak exponen las crisis de nuestro tiempo y nos invitan a resolverlas.
En los años setenta, una serie de libros que pretendían dar una base científica a la desigualdad de género se enfrentaron a duras críticas por parte de figuras como Stephen Jay Gould. Décadas después, estos debates desaparecieron de la memoria pública, pero la pseudociencia de derecha persiste.

Las protestas propalestinas en los campus universitarios de EE. UU. enfrentaron una brutal respuesta administrativa y policial. La creciente resistencia estudiantil en un contexto de autoritarismo y neoliberalismo puede removilizar una sociedad amenazada por la extrema derecha.
La lectura de la teoría marxista no es solo para académicos: basta con preguntarle a los millones de trabajadores cuyas ideas se vieron transformadas tanto por el estudio como por la práctica.
Desde que llegó al poder, el gobierno de Modi se esforzó por promover una versión falsa de la historia, acorde con su agenda chovinista hindú. Desde manuales escolares hasta investigación académica, toda forma de educación histórica se convirtió en un campo de batalla político.
La crisis de la universidad pública desatada por el gobierno de Javier Milei logró en Argentina lo que ningún otro frente de batalla había logrado: la protesta antigubernamental más grande de la que se tenga registro hasta el momento.
Los partidarios de la guerra de Israel perdieron la batalla por los corazones y las mentes, por lo que crearon una controversia sobre las protestas estudiantiles: quieren que hablemos de cualquier cosa que no sea el genocidio en Gaza.
En las últimas décadas, los científicos han realizado cada vez menos avances innovadores. La culpa la tiene el modelo académico que desalienta la creatividad y la asunción de riesgos.