La entrega de la Universidad de California a la administración Trump de los expedientes de 160 personas investigadas por antisemitismo, entre ellas Judith Butler, tiene fuertes ecos del macartismo.
Notas publicadas en Educación
En varios países, los hombres de clase trabajadora muestran peores indicadores de bienestar que las mujeres. No es una «guerra de sexos», sino el efecto diferenciado de décadas de desigualdad y precarización.
El neoliberalismo concibe al conocimiento científico como una mercancía más, y así trata su producción y circulación. Construir un conocimiento al servicio de la humanidad y no del lucro solo será posible subvirtiendo los fundamentos del sistema.
El avance de las extremas derechas también se traduce en el ataque constante a las ciencias sociales, las humanidades y el pensamiento crítico en general. Para frenarlo debemos fortalecer nuestras propias redes de producción de conocimiento, y CLACSO es una herramienta cardinal para ello.
La filósofa Luciana Cadahia y el ministro de Educación colombiano Daniel Rojas Medellín dialogan sobre los proyectos de reforma agraria y de transformación educativa en Colombia.
Los juegos de mesa no son solo una manera de distraerse, sino que nos ayudan a imaginar nuevos mundos y diferentes formas de trabajar colectivamente. Títulos recientes como Pandemic y Daybreak exponen las crisis de nuestro tiempo y nos invitan a resolverlas.
En los años setenta, una serie de libros que pretendían dar una base científica a la desigualdad de género se enfrentaron a duras críticas por parte de figuras como Stephen Jay Gould. Décadas después, estos debates desaparecieron de la memoria pública, pero la pseudociencia de derecha persiste.

Las protestas propalestinas en los campus universitarios de EE. UU. enfrentaron una brutal respuesta administrativa y policial. La creciente resistencia estudiantil en un contexto de autoritarismo y neoliberalismo puede removilizar una sociedad amenazada por la extrema derecha.
La lectura de la teoría marxista no es solo para académicos: basta con preguntarle a los millones de trabajadores cuyas ideas se vieron transformadas tanto por el estudio como por la práctica.
Desde que llegó al poder, el gobierno de Modi se esforzó por promover una versión falsa de la historia, acorde con su agenda chovinista hindú. Desde manuales escolares hasta investigación académica, toda forma de educación histórica se convirtió en un campo de batalla político.