Benjamin acuñó conceptos importantes para pensar el arte en la época de su reproductibilidad técnica. Hoy nos toca imaginar formas de mantener a la IA al servicio de los trabajadores del arte antes de que estos se conviertan en instrumentos de aquella.
Notas publicadas en Ciencia y tecnología
Desde Marx y Engels hasta nuestros días, los socialistas han estado profundamente comprometidos con el mundo de la ciencia. La historia de aquella relación es hoy más importante que nunca.
Que el trabajo disminuya para todos a medida que aumenta la productividad o que aumente para algunos mientras otros se quedan sin trabajo es una cuestión de economía, no de tecnología. La «digitalización» en sí misma no hace nada: la cuestión es para qué se usa.
El Mundial de Catar representa la culminación de décadas de fútbol capitalista, una victoria de las grandes empresas y de los regímenes represivos y una tragedia para los hinchas y los trabajadores que hacen posible el juego.
Los ultrarricos solo tienen una preocupación: escapar al desastre ambiental y social que su propia sed de riquezas generó. Su visión del futuro de la tecnología está puesta en función casi exclusiva de ese objetivo.
Los videojuegos son el medio de entretenimiento más popular del planeta, y una de las herramientas de propaganda más eficaces de la maquinaria bélica estadounidense.
La privatización de internet parece un hecho inexorable, pero Ben Tarnoff nos enseña que existen alternativas y formas de experimentación que prefiguran nuevas posibilidades.
Una nueva película describe el breve surgimiento y la desaparición del grupo francés de acción directa CLODO, un colectivo de trabajadores informáticos que creían que la computarización estaba siendo utilizada como una herramienta en favor del capital.
Desarrollado con pasión, el proyecto Counter Strike se convirtió en un prodigio de los videojuegos. También sirvió como laboratorio de explotación laboral y de las tendencias hacia la mercantilización de la industria gamer.