La izquierda salvadoreña, aglutinada en el FMLN, debe emprender de manera urgente un balance autocrítico de sus gobiernos para volver a representar una alternativa a los ojos del pueblo y, con ello, hacer frente a los impulsos autoritarios de Bukele y las élites.
Notas publicadas en El Salvador
Nayib Bukele y una nueva élite salvadoreña han tomado el control del Estado con tambores, bota policial y agitando los fantasmas del autoritarismo.
Si la izquierda salvadoreña quiere revertir la deriva derechista del país –y su propio desmoronamiento– debe buscar respuestas más allá de la política del show y el pop, que el presidente Nayib Bukele maneja a la perfección.
En vísperas de elecciones municipales y legislativas, El Salvador presenció uno de los más graves hechos de violencia política desde la firma de los Acuerdos de Paz en 1992.
Si la derrota de la izquierda salvadoreña en 2019 abrió paso al autoritario Nayib Bukele, su debilitamiento en 2021 puede dejar camino libre para arrastrar al país al fascismo.
La victoria de Nayib Bukele en 2019 puede explicarse, en parte, por el desgaste del proyecto histórico del FMLN. La oposición de izquierda a Bukele y a la derecha salvadoreña tradicional debe apuntar a recomponer ese proyecto y construir una alternativa progresista.
Los atropellos a la democracia salvadoreña bajo el actual presidente Nayib Bukele han generado el repudio de la comunidad internacional. En esta entrevista, el defensor de derechos humanos David Morales resalta el talante autoritario del mandatario y los retrocesos sociales y políticos que ha vivido El Salvador desde su asunción al poder.