Este domingo tendrá lugar en Chile un referéndum para votar una segunda propuesta de nueva Constitución. A diferencia de la primera, esta fue redactada por un consejo dominado por la derecha tradicional y la ultraderecha. Se trata de un texto neoliberal, moralista y autoritario.
Notas publicadas en Chile
En la pedestre lista de películas de Netflix figura ahora mismo una asombrosa farsa satírica en blanco y negro sobre un vampiro milenario que resulta…
Las protestas de 2019 en Chile fueron testigo de toda una demostración de audacia en el arte callejero. Hoy, en medio de una reacción violenta de la derecha, los muros cubiertos de grafitis de Santiago parecen ecos de un sueño lejano.
La poderosa visión desarrollista de la Unidad Popular en Chile ofrece claves para disputarle a la derecha las ideas de la libertad y el progreso, y con ello ofrecer un horizonte de futuro para las grandes mayorías.
A 50 años del golpe de Estado que puso fin al gobierno de la UP, el pensamiento de Allende y su idea de una «vía democrática al socialismo» resurgen para pensar nuestro presente.
Aunque la experiencia chilena puede no haber sido un test válido de transición al socialismo, todavía ofrece un ejemplo muy sugerente de lo que puede ocurrir cuando un gobierno intenta, en una democracia burguesa, realizar transformaciones verdaderamente serias en el orden social.
Cuando Salvador Allende llegó a la presidencia de Chile, hace casi 53 años, se inauguró un experimento único de democracia radical que luego fue truncado por el brutal golpe de Estado de Augusto Pinochet, respaldado por Estados Unidos.
La izquierda chilena debe sumergirse de lleno en la disputa por la memoria. Solo así podrá rescatar a su favor la experiencia de los tiempos de Allende como palanca hacia el futuro.