A propósito del Mariátegui de Martín Bergel (y de Omar Acha).
Notas publicadas en Posición
En Colombia, la resistencia y la movilización social han posibilitado la emergencia de relaciones de solidaridad y cuidado colectivo que reconstruyen el tejido social y forjan desde las calles nuevas expresiones de radicalidad popular organizada.
Para frenar la andanada fujimorista y abrir un nuevo ciclo de cambios profundos en Perú solo hay un camino: una amplia unidad popular.
Los bolcheviques en el poder no pusieron en práctica el argumento central de El Estado y la revolución. El partido de Lenin intentó simplemente tomar posesión de la «máquina estatal existente» y «ponerla en marcha para sus propios fines».
La pensadora rusa Raya Dunayevskaya fue una figura muy importante e influyente para la izquierda radical. Siempre reconoció la necesidad de combinar las luchas contra el racismo y contra el capitalismo, dos estructuras opresivas que están estrechamente vinculadas.
Las acusaciones de fraude de Keiko Fujimori han situado al país en un impasse con impredecibles consecuencias.
Durante mucho tiempo corrió el rumor de que en 1973 hubo una huelga en el espacio exterior. El relato verdadero no deja de testimoniar la capacidad que tienen las huelgas para modificar el balance de fuerzas en los lugares de trabajo.
Para el presidente nacional del PSOL, Juliano Medeiros, la enorme movilización del 29 de mayo introdujo finalmente un elemento que estaba ausente en la confrontación con Bolsonaro: la gente en la calle. Las manifestaciones de hoy serán decisivas y pueden allanar el camino para el derrocamiento del gobierno.
Lejos de ser una mera política de libre mercado, el neoliberalismo intenta alterar el equilibrio de fuerzas de la sociedad en términos fundamentales. El asalto a la democracia y el debilitamiento de los sindicatos y de los partidos políticos siempre fueron las claves de su éxito y esto redunda hoy en el fortalecimiento de la extrema derecha.