Bukele prorrogará el estado de excepción que hizo que el país tenga la tasa de encarcelamiento más alta del mundo. La violencia de las maras se cambió por detenciones y encarcelamientos arbitrarios, y la clase trabajadora se lleva la peor parte.
Notas publicadas en Política
En Bolivia, las disputas políticas locales desgastan a paso acelerado el proceso de cambio iniciado en 2008 con la elección de Evo Morales.
Javier Milei es un síntoma: el presidente argentino expresa de manera concentrada tendencias intrínsecas al capitalismo de nuestros días. No es una anomalía, sino su producto mejor logrado.
Si Javier Milei saltó de los márgenes al centro, fue porque logró hablar el lenguaje de vastos sectores sociales que tuvieron que hacerse cargo de sí mismos mientras la pandemia, la inflación y la clase política los dejaban a la intemperie.
El nuevo gobierno de Argentina busca transformar la estructura social a través de una fenomenal redistribución regresiva del ingreso. De fondo, sin embargo, su objetivo es instalar una nueva visión del mundo, en la que los explotadores son benefactores sociales y los vínculos de solidaridad, un negocio aberrante.
El pasado domingo el bolsonarismo hizo una poderosa demostración de fuerza en las calles, en una movilización con pocos antecedentes. La izquierda debe luchar por la condena de Bolsonaro y de los generales golpistas y dar una disputa en la conciencia popular contra la extrema derecha.
Daniel Bensaïd rechazaba la idea de inevitabilidad histórica, viendo la historia como una serie de encrucijadas, no como un camino único.
En noviembre de este año una alianza de izquierda puede ganar la alcaldía de São Paulo, la ciudad más importante de Brasil. Será una batalla decisiva en la lucha contra el bolsonarismo y la extrema derecha.
En Argentina volvieron las asambleas, con debates democráticos en plazas públicas, capacidad de movilización y divisiones. Un regreso a la historia de 2002 puede ayudarnos a entender el origen de esas ganas de participación directa y autoorganización.
El salvadoreño Nayib Bukele, uno de los grandes aliados de Javier Milei en la región, no tuvo ningún problema en recurrir a los más variados métodos de fraude electoral cuando vio que las elecciones podían no resultar tan favorables para su partido.