Si en los años noventa Italia fue un laboratorio para el fin de los partidos de masas, ahora pareciera ser uno de los primeros países en ver cómo vuelve a cobrar fuerza una división convencional izquierda-derecha.
Notas publicadas en Excedente
En la última década, la izquierda anticapitalista ha experimentado una ola de rupturas y dispersión. Lo más preocupante es que no se trata de un reajuste de proyectos; en la mayoría de los casos, las rupturas han sido solo el primer acto de un proceso continuo de crisis.
Los capitalistas no necesitan gobernar directamente el Estado o estar particularmente organizados para conseguir lo que quieren.
La historia de cómo se gestó la Revolución Rusa no es más que una sucesión de continuidades y rupturas, y tanto unas como otras son relevantes para la lucha por un futuro socialista.
Un nuevo paradigma para comprender la táctica bolchevique en las revoluciones de 1917.
La obra clásica de Peter Linebaugh y Marcus Rediker cumple veinte años, pero la historia que cuenta es la de una resistencia inmemorial a la conquista capitalista.
La tendencia antindustrial del ecosocialismo es «no científica»: su visión del futuro se apoya sobre la negación —romántica más que revolucionaria— de las condiciones materiales en las que vivimos. El futuro emancipatorio solo puede construirse a partir de los sistemas industriales y no en contra de ellos.
En los últimos años, la crisis ambiental se ha convertido en un tema insoslayable que solo una pequeña minoría se atreve a negar. Pero el cambio climático no se combate con declaraciones de buenas intenciones. Hacen falta acciones concretas, y Cuba —otra vez— sirve de ejemplo.
El populismo de izquierda cruzó las fronteras latinoamericanas para convertirse en la forma dominante que adoptó la contestación al neoliberalismo en Europa y EE.UU. Esta generalización a nivel internacional hizo que la teoría de Ernesto Laclau esté en el centro de muchos debates.
Traicionada, negada y olvidada, la isla de Haití una vez sirvió de modelo para los proyectos más progresistas del continente. Si de lo que se trata es de ampliar los horizontes emancipatorios de América Latina, debemos recuperar su historia.