El bolsonarismo no dejará de existir si Bolsonaro pierde las elecciones. El desafío para la izquierda brasileña, tanto la moderada como la más radical, es apoyarse en la movilización de las masas populares para derrotarlos.
Artículos publicados por: Valerio Arcary
Historiador, militante del PSOL (Resistencia) y autor de O Martelo da História. Ensaios sobre a urgência da revolução contemporânea (Sundermann, 2016).El domingo hay elecciones en Brasil, y Bolsonaro dejó en claro que no reconocerá la legitimidad del resultado si pierde. Subestimar su autoridad carismática y el impacto de su discurso en las masas reaccionarias que lo siguen sería imperdonable.
Hoy, 7 de septiembre, Brasil recuerda los 200 años de su independencia. En un escenario sumamente convulso y a menos de un mes de las elecciones presidenciales, la efeméride es utilizada por el bolsonarismo como una oportunidad para mostrar fuerza en las calles.
El 7 de abril de 1917 Vladimir Lenin publicaba en Pravda sus «Tesis de Abril», cruciales para consolidar el giro estratégico que llevó a los bolcheviques al triunfo en la Revolución de Octubre.
El Partido Comunista Brasileño se fundó el 25 de marzo de 1922. A pesar de las crisis y los errores, el PCB consiguió tener un gran peso social, político y cultural, y sus cuadros fueron militantes cruciales en las luchas populares del siglo XX.
Luego de 10 días de conflicto, una cosa queda clara: la guerra en Ucrania no se trata solamente de la invasión de un país por parte de Rusia. La OTAN está fuertemente involucrada.
La izquierda debe denunciar la invasión rusa pero también a la OTAN y a sus gobiernos aliados.
Rusia tiene todo el derecho a dejar claro que el despliegue de misiles de la OTAN en Ucrania es inaceptable. Pero la invasión de Putin es una aventura militar injustificable.
El Congreso del PSOL de Brasil discutió la táctica a seguir en las próximas presidenciales. ¿Es sensato preferir combatir a Bolsonaro, junto a todos los movimientos sociales y al PT, sólo en una hipotética segunda vuelta?

Con las movilizaciones del 7 de septiembre, Bolsonaro muestra fuerza y amenaza con una radicalización golpista. Es el momento de luchar por el impachment y transformar la mayoría social opositora en una fuerza social para derrocarlo.