La experiencia de la revolución rusa continúa proporcionando valiosas lecciones a los socialistas, siempre y cuando seamos capaces de superar las interpretaciones convencionales tanto de los partidarios de Octubre como de sus enemigos.
Artículos publicados por: Martín Mosquera
Licenciado en Filosofía, docente en la Universidad de Buenos Aires y Editor Principal de Jacobin América Latina.
La experiencia de la revolución rusa continúa proporcionando valiosas lecciones a los socialistas, siempre y cuando seamos capaces de superar las interpretaciones convencionales tanto de los partidarios de Octubre como de sus enemigos.
La mayoría de la izquierda socialista optó por la abstención en Argentina, con el argumento de que Javier Milei no es expresión de un movimiento fascista. Pero esa no es razón suficiente para eludir la tarea de enfrentar a la ultraderecha.
Una victoria de la extrema derecha en Argentina podría poner fin al «empate hegemónico» que vive el país desde 2001. La izquierda debe priorizar la lucha para evitar esta posibilidad por sobre cualquier otra cosa.
El regreso con fuerza de fenómenos económicos que alguna vez fueron considerados reliquias del pasado, como la inflación y la expansión monetaria masiva, plantea una cuestión crucial: ¿estamos ante un cambio coyuntural o estructural?
El regreso con fuerza de fenómenos económicos que alguna vez fueron considerados reliquias del pasado, como la inflación y la expansión monetaria masiva, plantea una cuestión crucial: ¿estamos ante un cambio coyuntural o estructural?
«El que no quiere hablar de capitalismo —escribió Max Horkheimer en 1939— debería callar en lo que al fascismo se refiere». La fórmula sigue vigente. Es preciso hablar de capitalismo y, sobre todo, de su crisis.
La irrupción volcánica de la nueva extrema derecha es inseparable de un mundo en crisis y transición. El viejo balance se quebró, pero todavía no están dadas las condiciones para establecer un nuevo equilibrio. Estamos transitando entonces el célebre interregno al que refería Gramsci, donde «se observan los más variados síntomas mórbidos».
Desde la desarticulación del «campo socialista» el mundo se encuentra desprovisto de alternativas
que desafíen la hegemonía capitalista. Superar los límites de las experiencias del siglo veinte parece ser una condición para construir una nueva alternativa socialmente atractiva y políticamente factible. ¿Estamos en condiciones de hacerlo?