Pese al evidente giro a la derecha, las últimas elecciones bolivianas no modificaron la estructura de tercios electorales que viene de 2005. Pero el MAS, que conserva su núcleo duro, sufrió una gran pérdida de credibilidad en el histórico «tercio en disputa».
Artículos etiquetados como Bolivia
Los bolivianos acuden a las urnas este domingo en medio de una crisis económica en espiral y el colapso total del MAS. Una victoria de la derecha podría traer de vuelta la austeridad neoliberal, desencadenando un nuevo ciclo de malestar social.
Las elecciones del 17 de agosto se juegan en un terreno marcado por la implosión del MAS, la proscripción de Evo Morales y el avance de la derecha. Andrónico Rodríguez representa la única alternativa por fuera del bloque conservador.
La fragmentación caníbal del MAS podría lograr que por primera vez en 20 años vuelva al poder una derecha sin más propuestas que clásicos neoliberales como la extranjerización y las privatizaciones.

Cualquiera que piense la coyuntura de Bolivia en función de la lucha de clases sabe que el gobierno y la extrema derecha no lograrán clausurar el ciclo político únicamente neutralizando a Evo Morales.
El fallido intento de golpe de Estado encabezado por el general Zúñiga expresa no sólo la pulsión intervencionista de unas Fuerzas Armadas que siguen pensándose como salvadoras de la Patria sino también la profunda crisis económica y política que atraviesan Bolivia y el MAS.
El conflicto entre Evo Morales y Luis Arce por la presidencia de Bolivia en 2025 no solo divide al Movimiento Al Socialismo, sino también a los movimientos sociales y sindicatos que forman su base.
En Bolivia, las disputas políticas locales desgastan a paso acelerado el proceso de cambio iniciado en 2008 con la elección de Evo Morales.
Las elecciones de 2020, que dieron como gran ganador al MAS, no fueron suficientes para recomponer todo lo que el golpe de 2019 había agrietado. El resquebrajamiento es tan profundo que ha llegado incluso a lo único que le faltaba dividir: el propio MAS.
La crisis política en Bolivia abierta con el golpe de 2019 no ha terminado. Con el MAS al borde de la ruptura entre una fracción «radical» y otra «renovadora», la políticas audaces brillan por su ausencia.