Lo más importante de Donald Trump no es su condición psicológica, sino el hecho de que es un capitalista. Y de un tipo particular: un lumpencapitalista.
Notas publicadas en Elecciones
Para ganar votantes de clase trabajadora -y las elecciones de hoy- los demócratas necesitan ir contra las élites económicas. Pero la campaña de Kamala Harris no ha ofrecido consistentemente un contrapunto antiélite al populismo reaccionario de Donald Trump.
Durante años, la derecha de Puerto Rico ha tachado a la izquierda de «comunistas» que pretenden empobrecer la isla aislándola de Estados Unidos.
En las elecciones de este martes en Puerto Rico, por primera vez en la historia, una coalición de izquierda liderada por independentistas tiene la posibilidad real de ganar.
Donald Trump y sus aliados no lo ocultan: si ganan, van a lanzar una campaña de represión para destruir al movimiento propalestino y a la izquierda organizada.
Harris está llevando a cabo una campaña conservadora porque, después de décadas de deslizamiento de los demócratas hacia la derecha, puede que no tenga una alternativa creíble.
¿Qué tipo de política económica podríamos esperar de un segundo mandato de Trump?
Los resultados de la primera vuelta electoral en Uruguay auguran una derrota para el actual gobierno de derecha. Pero un eventual nuevo gobierno del Frente Amplio deberá dejar de lado la moderación y avanzar hacia transformaciones de fondo.
El liberalismo no puede hacer frente a las amenazas de violencia política, nihilismo o fascismo apelando únicamente a la razón.