El salvadoreño Nayib Bukele, uno de los grandes aliados de Javier Milei en la región, no tuvo ningún problema en recurrir a los más variados métodos de fraude electoral cuando vio que las elecciones podían no resultar tan favorables para su partido.
Notas publicadas en Elecciones
Los Verdes franceses se separan de la alianza de izquierdas y lanzan una campaña centrada en el esoterismo y la danzaterapia, demostrando lo poco que tienen para decirle a los trabajadores.
El rechazo a la nueva Constitución derechista da cuenta de un empate «político nacional» en el que ninguno de los sectores en disputa logra imponer su programa.
Este domingo tendrá lugar en Chile un referéndum para votar una segunda propuesta de nueva Constitución. A diferencia de la primera, esta fue redactada por un consejo dominado por la derecha tradicional y la ultraderecha. Se trata de un texto neoliberal, moralista y autoritario.
A partir de ahora estamos en terra incógnita, con la obligación de ir construyendo un nuevo mapa político y nuevas herramientas para el próximo período. Un resultado electoral no es suficiente para derrotar a los sectores populares. Tenemos por delante una gran batalla social y política.
Del análisis del voto de Milei emergen dos determinantes, uno es la asociación de su voto con la informalidad laboral, el otro la crisis del voto peronista.
Este domingo el resultado del ballotage resolverá un aspecto de la situación política, sin duda muy importante, pero más allá del 19, aunque Milei saliera derrotado, persistirán las consecuencias de la crisis del peronismo.
La mayoría de la izquierda socialista optó por la abstención en Argentina, con el argumento de que Javier Milei no es expresión de un movimiento fascista. Pero esa no es razón suficiente para eludir la tarea de enfrentar a la ultraderecha.
Es posible que el gobierno de Milei tome la forma de un «thatcherismo» puramente destructivo, sin la base económica que benefició a Thatcher. Es decir, un momento de caos muy intenso, acompañado de una creciente violencia por abajo, con destino incierto.
El candidato oficialista Sergio Massa comanda un ajuste y un giro conservador, pero su adversario, Javier Milei, auspicia mayores agresiones con sostén represivo. La consigna para la izquierda ante la segunda vuelta electoral en Argentina es votar contra la derecha.