Debemos celebrar el triunfo de Xiomara Castro. Pero el país que encontrará es muy distinto de aquel que abandonó su marido en 2009, y la situación plantea desafíos que ponen en cuestión las viejas estrategias.
Notas publicadas en Elecciones
Si Gabriel Boric logra consolidar los votos entre los comprometidos con el proceso constitucional y los temerosos de un retorno a la dictadura de Pinochet, puede ganar la mayoría de votantes chilenos en las elecciones de hoy.
Emilia Schneider logró una banca en el congreso por el frente progresista Apruebo Dignidad.
La politóloga Claudia Heiss dice que a pesar de que la ultraderecha emerge como reacción, Chile no está polarizado. Más bien, existe una demanda transversal por derechos sociales, y Boric es el candidato para recoger esas demandas.
Xiomara Castro ganó la presidencia de Honduras prometiendo gravar la riqueza, ampliar el Estado y acabar con el «fracasado modelo neoliberal» del país.
En la elección se juega la continuidad del ciclo político democratizador abierto por la revuelta, pero también la consolidación del bloque de fuerzas populares que es la única base que puede sostener un proceso de transformación social.
Doce años después del golpe contra Manuel Zelaya, el pueblo hondureño que resistió a la dictadura logró que Xiomara Castro llegue a la presidencia.
Nos acercamos a la resolución transitoria de la crisis desatada por los sectores populares en octubre de 2019. Y es posible que se resuelva de la peor manera.
Las elecciones presidenciales están marcadas por el proceso constituyente que desmanteló el legado pinochetista. Pero la derecha se ha reorganizado para defender el legado neoliberal de la dictadura.