¿Qué tipo de política económica podríamos esperar de un segundo mandato de Trump?

¿Qué tipo de política económica podríamos esperar de un segundo mandato de Trump?
¿Qué tiene el capitalismo que hace del keynesianismo un horizonte que incluso a los aspirantes a revolucionarios les cuesta traspasar?
A los defensores del capitalismo les encanta resaltar las estadísticas que sugieren progreso en la erradicación de la pobreza global. Sin embargo, estos indicadores sitúan la vara a un nivel ridículamente bajo y no tienen en cuenta la obscena explosión de la desigualdad.
El mundo anhela las aceitunas Castelvetrano de Italia. Pero Italia no quiere contratar a los trabajadores necesarios para recogerlas.
La lucha contra el cambio climático requiere un cambio radical. Pero la idea del poscrecimiento vincula la visión de un futuro socialista a una reducción del rendimiento económico. Este es el camino equivocado.
El poder económico se traduce en poder político. La clase capitalista está subvirtiendo la democracia y controlando la vida de miles de millones mediante inversiones masivas en todo tipo de sectores, desde alimentos hasta armamento.
Los analistas de la financiarización a menudo la presentan como un signo de decadencia capitalista, pero la realidad es otra: el auge de las finanzas ha reforzado la dominación capitalista. La única forma de desafiar su poder es convirtiendo las finanzas en un servicio público.
El relato de la historia soviética post-1917 que suelen contar los marxistas es equívoco, sobre todo cuando se trata de comprender el significado de la Nueva Política Económica (NEP).
El dominio de las finanzas sobre la economía no es una desviación de un capitalismo industrial «bueno». Las finanzas y la industria son interdependientes, lo que significa que resolver problemas como la desigualdad y el cambio climático exigirá un enfoque anticapitalista.