En las décadas de entreguerras, muchos observadores del ascenso del fascismo no entendieron qué tenía de novedosa esta amenaza. Aferrarse hoy a la palabra «fascismo» para definir el crecimiento de fuerzas reaccionarias puede llevarnos a la misma trampa.
Artículos publicados por: Stefanie Prezioso
Profesora asociada de la Universidad de Lausana (Suiza) y autora de numerosos trabajos sobre el antifascismo europeo.Condenar moralmente al fascismo no alcanza: es preciso pensarlo también como parte de un movimiento contrarrevolucionario europeo.

