En las calles de Argelia ya no se respira el fervor revolucionario de principios de los sesenta, pero la guerra de independencia continúa sobrevolando conversaciones y periódicos. Sigue siendo, hasta hoy, fuente de orgullo de toda la sociedad.
En las calles de Argelia ya no se respira el fervor revolucionario de principios de los sesenta, pero la guerra de independencia continúa sobrevolando conversaciones y periódicos. Sigue siendo, hasta hoy, fuente de orgullo de toda la sociedad.