La CIA y los militares chilenos han sido considerados, con razón, los principales culpables del golpe contra Salvador Allende. Pero no debemos pasar por alto el importante papel que desempeñó la clase media chilena.
Notas publicadas en Sociedad
Israel se ha embarcado en un plan genocida con el objetivo de «crear las condiciones para que la vida en Gaza sea insostenible», y no hace ningún esfuerzo por ocultarlo.
La proliferación del narcotráfico en Ecuador es una manifestación agresiva de la degradación del capitalismo neoliberal. Y, para sorpresa de nadie, la «guerra contra el narco» encubre un avance contra los sectores populares.
Los políticos quieren mejorar nuestra cada vez peor salud mental con iniciativas psiquiátricas. El problema de este modelo, afirma la historiadora de la neurociencia Danielle Carr, es que ignora las bases estructurales del sufrimiento mental generalizado.

En los primeros días de Airbnb, muchos predijeron que las empresas de su tipo «trastocarían» el capitalismo, haciendo que por fin funcionara para todas las partes interesadas. Pero no fue así. En lugar de eso, nos atrapó a todos y luego fue a peor.
La exdirigente de Die Linke ha fundado un nuevo partido. Afirma que es la voz de las clases medias y trabajadoras ignoradas, pero su objetivo es ganarse a los alemanes que se han pasado a la extrema derecha.
La Ley de Memoria Democrática pretendía poner fin al silencio oficial sobre la Guerra Civil y arrojar luz sobre los crímenes del franquismo. Pero la derecha está utilizando su poder para que la verdad siga enterrada.
El golpe de enero de 2023 en Brasil fracasó debido a la reacción de las instituciones y a la torpeza de los dirigentes de Bolsonaro. Para que no se repita, los responsables civiles, políticos y militares deben responder por sus actos.
En los años 80 y 90, sucesivos pánicos morales ante el vandalismo y la violencia en la televisión británica culminaron en una campaña de la derecha contra un peligroso fenómeno social: las Tortugas Ninja.
Jean-Luc Mélenchon sostiene que el caso de Sudáfrica contra el genocidio israelí ya ha tenido un éxito: imponer el derecho internacional a un Israel que solo reconoce la ley del más fuerte.