De Donald Trump a Javier Milei, los principales referentes de la extrema derecha contemporánea son asociados de manera deliberada a los villanos más disfuncionales del cine. Si fuera ficción, quizás sería divertido. Pero no lo es.
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La velocidad a la que circulan las ideas conservadoras gracias a las redes sociales ha asestado un golpe profundo al sentido común progresista. Cualquier reacción que no responda con una agenda de transformación igual de radical está destinada a perecer.
¿Por qué ganó Milei?, el nuevo libro de Javier Balsa, examina las causas detrás del ascenso de la extrema derecha, cuestiona explicaciones simplistas y ofrece propuestas para enfrentar con éxito al nuevo gobierno.
Mientras el discurso de la ultraderecha se consolida en Argentina, sectores crecientes del peronismo responden con una narrativa «antiprogresista». Pero frente al vendaval reaccionario, la tarea es la opuesta: reafirmar los valores del progresismo.
En el primer semestre del gobierno se reforzó la apuesta antipopular de la clase dominante, pero ese atropello está socavado por el desmanejo del Estado, la endeblez política y la regresión económica.
El autoritarismo es consustancial al modelo que defiende Milei. Se trata de un ataque contra las formas de Estado y las instituciones que condensan compromisos sociales y democráticos conquistados por las luchas populares.
Javier Milei es un síntoma: el presidente argentino expresa de manera concentrada tendencias intrínsecas al capitalismo de nuestros días. No es una anomalía, sino su producto mejor logrado.
Si Javier Milei saltó de los márgenes al centro, fue porque logró hablar el lenguaje de vastos sectores sociales que tuvieron que hacerse cargo de sí mismos mientras la pandemia, la inflación y la clase política los dejaban a la intemperie.
El nuevo gobierno de Argentina busca transformar la estructura social a través de una fenomenal redistribución regresiva del ingreso. De fondo, sin embargo, su objetivo es instalar una nueva visión del mundo, en la que los explotadores son benefactores sociales y los vínculos de solidaridad, un negocio aberrante.
Milei señala hacia dónde se dirige la ideología de libre mercado en medio de la crisis cada vez más profunda del neoliberalismo. El cisma entre los neoliberales moderados y el libertarianismo parece estar cicatrizando, y su reencuentro no augura nada bueno.