La extraordinaria longevidad de la Iglesia católica podría hacerla parecer un organismo que flota por encima del mundo cotidiano de la vida política y económica. En realidad, la Iglesia siempre ha estado firmemente vinculada a las estructuras del poder y la propiedad.
Notas publicadas en Religión

¿Fue Bergoglio apenas un paréntesis en la larga historia de la Iglesia católica o el inicio de una deriva distinta?
El papa Francisco le imprimió a la Iglesia católica un espíritu progresista, limitado pero necesario. Con su sucesor, todo indica que ese impulso corre el riesgo de desvanecerse.
Un alegato en defensa de la libertad y la igualdad.

En los años 40 y 50, el movimiento francés de los «curas obreros» sacó a los sacerdotes de las iglesias y los incorporó a las filas de la clase trabajadora. Su experiencia nos recuerda las posibilidades radicales de la religión.
En enero de 1918 tuvo lugar en Moscú uno episodio tan poco conocido como bizarro: un proceso judicial contra Dios, que era acusado de crímenes contra la humanidad. La sentencia fue unánime, y se lo condenó a muerte por fusilamiento.
La comprensión convencional del marxismo como obstinadamente antirreligioso es errónea. De hecho, como argumentó el filósofo Alasdair MacIntyre, el cristianismo y el marxismo a veces han inspirado en la humanidad un sentido radical de esperanza para construir un mundo más justo.
El desafío a la Iglesia católica que supuso la Reforma en Europa despertó una ola de revuelta social entre los campesinos y los pobres de las ciudades. El movimiento anabaptista se convirtió en un canal para esta revuelta.