Los conservadores suelen invocar la ética del trabajo para atacar a los pobres y a los desempleados. Pero, en un principio, el concepto implicaba una crítica a la ociosidad de los ricos. Debemos recuperar su sentido original.
Los conservadores suelen invocar la ética del trabajo para atacar a los pobres y a los desempleados. Pero, en un principio, el concepto implicaba una crítica a la ociosidad de los ricos. Debemos recuperar su sentido original.