El viejo San Nicolás aboga por la igualdad y el internacionalismo, ignorando las costumbres del libre mercado y las fronteras nacionales. Por eso debemos recibirlo con los brazos abiertos.
El viejo San Nicolás aboga por la igualdad y el internacionalismo, ignorando las costumbres del libre mercado y las fronteras nacionales. Por eso debemos recibirlo con los brazos abiertos.