La comprensión convencional del marxismo como obstinadamente antirreligioso es errónea. De hecho, como argumentó el filósofo Alasdair MacIntyre, el cristianismo y el marxismo a veces han inspirado en la humanidad un sentido radical de esperanza para construir un mundo más justo.
Artículos publicados por: Matt McMannus
Profesor de Ciencias Políticas en el Whitman College. Es autor de The Rise of Post-Modern Conservatism and Myth y coautor de Mayhem: A Leftist Critique of Jordan Peterson.En su nuevo libro, Slavoj Žižek propone una visión provocadora del cristianismo como fuerza progresista y secularizadora. Es el clásico Žižek, brillante y exasperante a partes iguales.
Una nueva historia del libertarismo desafía la concepción convencional de la tradición al poner de relieve sus corrientes radicales. Desgraciadamente, la mayoría de los libertarios se unió a la derecha hace mucho tiempo.
La ética capitalista del trabajo insiste en que agachemos la cabeza y trabajemos sin cesar incluso bajo condiciones degradantes. El socialismo democrático busca liberar a las personas del trabajo penoso para que podamos disfrutar de la única vida que tenemos.
Ludwig von Mises se autopercibía como un crítico sobrio y científico del socialismo. Pero en realidad era un ideólogo del libre mercado, que utilizaba un dogma camuflado para probar por qué los trabajadores debían someterse a sus amos capitalistas.
Pensadores conservadores como Roger Scruton defienden las jerarquías tradicionales como algo natural. Pero nuestro orden social es producto de las decisiones humanas, y puede rehacerse para beneficiar a la mayoría.