La nueva Constitución de Chile pretende reemplazar el Estado subsidiario por un «Estado social y democrático de derecho». Pero, ¿qué tan fácil será deshacer uno de los pilares institucionales del neoliberalismo chileno?
La nueva Constitución de Chile pretende reemplazar el Estado subsidiario por un «Estado social y democrático de derecho». Pero, ¿qué tan fácil será deshacer uno de los pilares institucionales del neoliberalismo chileno?