Hace cuarenta años, los comunistas tomaron Afganistán con la esperanza de llevar la modernidad y el progreso al país. Más allá de las grandes reformas que aplicaron, cabe preguntarse si estaban condenados al fracaso.
Hace cuarenta años, los comunistas tomaron Afganistán con la esperanza de llevar la modernidad y el progreso al país. Más allá de las grandes reformas que aplicaron, cabe preguntarse si estaban condenados al fracaso.