Estamos en 2024. Es hora de que dejemos de preocuparnos por viejas respuestas a viejos interrogantes y empecemos a preocuparnos por las preguntas que se hace la gente trabajadora de nuestro tiempo.
Estamos en 2024. Es hora de que dejemos de preocuparnos por viejas respuestas a viejos interrogantes y empecemos a preocuparnos por las preguntas que se hace la gente trabajadora de nuestro tiempo.