Las fuerzas políticas progresistas de América Latina sufrieron un severo revés el 11 de abril en Ecuador. Con la victoria del banquero conservador Guillermo Lasso sobre el economista progresista Andrés Arauz, la continuación de la agenda neoliberal de Lenin Moreno queda fuera de discusión.
Notas publicadas en Ecuador
La izquierda y el pueblo atraviesan un período de reflujo en Ecuador. Pero si las organizaciones sociales logran romper con el letargo y depurar las líneas institucionalistas y de derecha que han asumido algunas dirigencias sindicales e indígenas, la resistencia puede transformarse en ofensiva.
El resultado electoral es oscuro para el campo popular ecuatoriano.
A poco más de un año del inicio de la pandemia en Ecuador, y a pocos días de la segunda vuelta electoral, vale reconstruir los entramados políticos y empresariales que hicieron de la pandemia un verdadero desastre.
Leonidas Iza, uno de los principales dirigentes de la CONAIE y de la revuelta de 2019, dialogó con Jacobin sobre los debates en curso luego de las elecciones ecuatorianas.
Sea cual sea el resultado en la segunda vuelta ecuatoriana, hay algo seguro: el escenario gubernamental estará marcado por la crisis sanitaria, los problemas económicos y la crisis de estatalidad.
La Revolución Ciudadana deberá lidiar con poderosas fuerzas que no escatimarán esfuerzos en su oposición. Pero para resistir con éxito, resulta indispensable que emprenda una revisión a fondo de su propio proyecto político.
Andrés Arauz habla acerca de la sorprendente trayectoria que lo dejó a un paso del poder del Estado, lo que logró su aliado Rafael Correa en Ecuador y cómo planea ganar las elecciones de abril, reconstruir su partido y profundizar la «Revolución Ciudadana».
Thea Riofrancos propone en su último libro una serie de ejes para desandar las intricadas polarizaciones de la izquierda ecuatoriana.
La elección ecuatoriana celebrada el 7 de febrero estuvo envuelta en caos y controversias. Pero también pudimos observar una amplia renovación del mapa político y el fin del dominio, de corta duración, de los principales actores políticos neoliberales del país.