No puede decirse que Lenin haya sido un fanático de la ciencia ficción. Y, sin embargo, muchos elementos, personajes e historias conectan al más grande líder revolucionario del siglo XX y al género literario más proteico de la literatura
Notas publicadas en Literatura
La reacción antiprogresista se manifiesta en todo el mundo. En Chile no solo se expresa en la crítica a la insurrección de octubre de 2019 sino también en el retorno de la «nueva narrativa». Ni los libros estarán a salvo si el enemigo triunfa.
A menudo se piensa que los últimos años de la República de Weimar fueron testigos de una avalancha de literatura políticamente comprometida. Pero la historia es más complicada. Los escritores solían evitar enemistarse con una derecha resurgente para proteger sus vidas y sus carreras.
A lo largo de su carrera, el crítico Fredric Jameson ha rechazado tanto los enfoques marxistas reduccionistas de la cultura como la tradición de lectura que ignora lo político.
¿Se puede volver al Tao Te Ching en clave política y de ayuda colectiva, en polémica con la apropiación individualista New Age? En la versión de Ezequiel Zaidenwerg-Dib se lo entiende como «una introducción al anarquismo en su variante cooperativista».
El giro del novelista peruano Mario Vargas Llosa hacia el neoliberalismo autoritario ha desconcertado a muchos. Un nuevo libro remonta su camino hacia la derecha hasta una disputa con Fidel Castro.
Ayn Rand creía que el camino hacia la armonía social pasaba por la aceptación por parte de las masas inferiores del gobierno brutal de sus superiores naturales.
Admiradora de toda la vida de J. R. R. Tolkien, la primera ministra italiana de ultraderecha, Giorgia Meloni, se ha apropiado de las fantasías de Tolkien para adaptar el fascismo al siglo XXI.